Martha Gellhorn, que estuvo en casi todos los conflictos bélicos importantes del siglo 20, escribió sobre los chicos pobres asesinados en las calles de Brasil.
¿Niños asesinados
solo en Brasil? Ojalá fuera solo en Brasil. Los niños asesinados, explotados y vendidos en las calles de Argentina, Bolivia, Colombia o Perú, o
en cualquier parte de nuestra empobrecida
américa latina, crecen cada vez más en número. Se los usa como soldaditos,
como pasadores de droga. Se los explota en todos los sentidos (aun con turismo sexual). Las noticias de este
tipo pasan todos los días y las autoridades solo miran para el costado. Ni la
iglesia queda libre de mancha. Menos leyes prolijas y bien escritas y más tacos
gastados en las calles, buscando y rescatando víctimas, señores políticos.
Más abajo ponemos una foto histórica: una niña vietnamita corre aterrorizada después de haber sido alcanzada por napalm.
En vocabulario
buscamos huddle.
Son usados para pasar drogas (las penas para ellos son
menores que para los adultos). Estos mal alimentados…
Párrafos
… —No matan a tantos chicos aquí en Salvador como lo
hacen en Río y San Pablo.
El asesinato de chicos sin hogar que estaban en las
calles por mucho tiempo no era noticia. Los chicos han sido asesinados en las
calles de Brasil desde 1.985.
Un mes antes cuatro menores habían sido asesinados
en un distrito pobre. La policía dijo que era una cosa de las drogas. Como siempre
no había pistas, ni testigos, ni acción policial. El evento valía un pequeño
lugar en el diario porque cuatro asesinatos a la vez era una variación. Yo había
escuchado otro relato que circulaba por el vecindario. Una familia de tres
huérfanos vivía juntos después de la muerte de la madre. La mayor, de 19 años,
era prostituta y la que ganaba el pan. Su hermano, de 17, odiaba su trabajo. No
sabía nada del más chico, de 12 años. En la noche de los asesinatos un amigo,
de 18, fue a la casa de visita. Cerca de las 2 tres enmascarados irrumpieron en
la casa y les dispararon. Los vecinos estaban seguros que los culpables eran
policías fuera de servicio que vivían en el área y no gustaban de la gente que
la chica traía, o el ruido. Ningún vecino habló con la policía de esto. La forma
de manejar una molestia era matar a la molestia y a los testigos.
Un hombre acusado de asesinar a niños era mantenido
en custodia.
—Pero esto pasó hace años, ¿qué tiene de especial?
—pregunté.
—Nada en realidad —dijo —. Pero pasó justo después del
escándalo Candelaria en Río y ellos arrestaron a tres por eso, por lo que las
autoridades de aquí no querían parecer menos eficientes.
… were attacked by three armed men who shot into the
huddle of bodies…
El escándalo Candelaria tuvo una breve fama y
comenzó con una denuncia de Amnesty International, America Human Rights Watch,
y otras organizaciones extranjeras. En julio de 1.993 cerca de 50 chicos de la
calle fueron atacados por 3 hombres armados que dispararon al montón, matando a
6 e hiriendo a muchos más. La condena extranjera forzó a la policía a actuar. Rápidamente
arrestaron a 3 policías. Esto demostró que la política daba sus resultados,
pero no hubo más arrestos, aunque más chicos de la calle fueron asesinados en
Rio que en Salvador.
Sería absurdo sugerir que Brasil tiene el monopolio
en crímenes contra los niños ni está sola respecto del asesinato como forma de
limpieza. Guatemala y Colombia, por ejemplo, también son culpables. Pero parece
que Brasil es el país donde comenzó este horror.
El artículo 227 de la constitución brasileña es
ejemplar en su detalle de las reglas para el cuidado y protección de menores. Nada
se deja de lado, comenzando por el derecho a la vida y siguiendo por sus
derechos a una vivienda, abrigo, educación y cuidado médico, etc. Nada de este
admirable artículo es operacional. Brasil tiene uno de los peores récords en
América Latina en proveer escolaridad. Solo el 41 por ciento de los chicos
tiene esa educación. Los padres pobres no pueden pagar los libros o uniformes. La
atención médica gratuita solo llega a un tratamiento de emergencia de los hospitales
públicos, el último recurso de los pobres.
Los chicos pobres de alrededor de 6 años son
mandados a las calles por sus madres, para tratar de ganar algo de dinero para
la familia. Son usados para pasar drogas (las penas para ellos son menores que
para los adultos). Estos mal alimentados chicos negros parecen operar en un
círculo de amigos en un territorio fijado. No molestan ni se agarran a la ropa…
(Martha Gellhorn writes about the murder
of children in Brazil. Traducción propia.)
Vocabulario
Huddle:
crowd together; nestle closely.
"they huddled together for
warmth"
 |
| Gellhorn y Hemingway en China |
Para saber
Martha
Ellis Gellhorn fue novelista, escritora de viajes y
periodista. También considerada como una de las grandes corresponsales de
guerra del siglo 20 (reportó en casi todos los mayores conflictos que tuvo
lugar en 60 años de carrera).
También fue la tercera esposa de Ernest
Hemingway. Murió a los 89 años, aparentemente fue suicidio, enferma y
casi completamente ciega.
 |
| The Terror of War |
Reportes
Gellhorn
fue contratada para reportar sobre la
Guerra Civil Española.
Reportó el ascenso de Hitler en 1938.
En 1.944 reportó la invasión a Normandía en el
día-D.
Fue una de las primeras en reportar desde el campo de
concentración de Dachau, luego de que fuera liberado por las tropas
norteamericanas en 1.945.
Posteriormente reportó la guerra en Finlandia, Hong
Kong, Birmania, y Singapur.
Cubrió la guerra
de Vietnam y el conflicto árabe-israelí en los ´60´s y ´70´s.
En 1.979 cubrió las guerras civiles en América
Central.
En 1.989 se dio mañas para cubrir la invasión de
Panamá, cerca de sus 80 años.
En 1.990 fue puerta a puerta en los barrios pobres
de Panamá reportando sobre los heridos civiles que resultaron de la invasión.
En 1.995 viajó a Brasil
para reportar sobre los chicos pobres
en las calles del gigante de América del
Sur.
Muerte
En 1.998 Gellhorn se suicidó en Londres,
aparentemente tragando una capsula de cianuro.
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War and the Younger Generation
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Fuentes
Martha Gellhorn,
Wikipedia
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