Era de noche cuando empecé a leer los primeros
párrafos de la novela, Fahrenheit 451, de Ray
Bradbury. Ese era el nombre. Me sonaba a fuego, temperatura y
destrucción. Quizá por eso eligió ese nombre. El autor quiero decir.
A ver de qué se trata... Montag regresa a casa después de un día de trabajo. Es bombero,
pero un bombero muy especial. No construye, no apaga el fuego, lo aviva. Aviva
el fuego, lo lanza para destruir, quemar, quemar
libros. Un día quema los libros de un autor, otro día de otro, y así hasta
el final. Nada debe quedar. El gobierno
había prohibido leer y los libros debían quemarse. ¿William
Faulkner, Shakespeare, Whitman? Olvídense. Estaban destinados a
desparecer. Se quemaban los libros y luego se quemaban las cenizas.
En vocabulario
encontramos salamander
y apricot y te
mostramos una lista de las novelas de Bradbury.