Edgar Rice Burroughs se hizo famoso con las series de Tarzán que escribió allá a principios del siglo 20. Lo que está bien, y también que haya hecho plata. Lo que nos molesta de Burroughs es cuando habla sobre los africanos y su desprecio hacia la gente de color. Podés pensar que sos mejor que tal o cual persona, eso te lo reconozco, pero sentir que hay una raza superior a otra, porque vino científicamente mejor determinada que otra, eso ya es demasiado. Burroughs pensaba esto: que había que matar todo lo feo para que no se multiplicara y que los Anglo Sajones eran superiores a las otras razas. Bien nazi este señor.
Más abajo ponemos
unos párrafos de Tarzán, que
describe a los nativos de manera despectiva.
También investigamos sobre el Congo.
Los rostros bestiales, pintados de color, las bocas enormes y los labios flácidos y colgantes, los dientes amarillos, afilados, los ojos demoníacos, los brillantes cuerpos desnudos, las crueles lanzas…
Contrucción de las vías férreas en el Congo, 1897
Generalidades
Edgar
Rice Burroughs, que murió en 1.950, fue escritor de aventuras, ciencia ficción y
fantasía. Fue conocido por la creación de sus personajes Tarzán y John Carter.
Tarzán
fue inmediatamente popular y Burroughs
capitalizó esto en todas las formas posibles, incluyendo un Tarzán en comics, films y merchandise. Tarzán continúa como uno de los
personajes más exitosos hasta nuestros días y es un ícono cultural. El rancho de Burroughs es ahora el centro del vecindario de Tarzana en Los Ángeles,
nombrado así por el personaje.
Recepción y crítica
Burroughs
apoyaba la eugenesia y el racismo
científico. Opinaba que los nobles
ingleses constituían una particular
elite entre los anglo sajones. Tarzán
fue hecho para reflejar esto, con él nacido de nobles ingleses, adoptado por
monos hablantes más adelante. Ellos expresan puntos de vista eugenecistas, pero a Tarzán se le permite vivir a pesar de
ser considerado no apto en comparación, y crece
para sobrepasarlos, incluso a los negros africanos, a quienes Burroughs claramente presenta como inherentemente inferiores,
incluso no completamente humanos.
En una historia de Tarzán él encuentra una civilización antigua donde la eugenesia se ha practicado por más de
2.000 años, con el resultado que está
libre de todo crimen.
Sostiene
que la conducta criminal es enteramente hereditaria,
con la solución siendo la de matar no solo
a los criminales sino también a sus familias.
Lost
on Venus, una novela posterior, presenta una utopía similar
donde se practicaba la esterilización
forzada y los “no aptos” eran asesinados.
Burroughs
explícitamente apoyó tales ideas en su ensayo de no ficción I See A New Race.
Adicionalmente su Pirate Blood, mostraba los personajes como víctimas de sus trazos hereditarios criminales. Estos puntos de vista han sido comparados con la eugenesia nazi.
Párrafos de Tarzan of the Apes
… Y entonces comenzó para el oficial francés la
experiencia más aterradora que el hombre pueda vivir en la tierra: la recepción
de un prisionero blanco en una aldea de caníbales africanos.
A la diabólica crueldad de su salvajismo se sumó el
conmovedor recuerdo de barbaridades aún más crueles practicadas contra ellos por
los oficiales blancos de ese hipócrita, Leopoldo
II de Bélgica, a causa de cuyas atrocidades habían huido del Estado
Libre del Congo, una situación lamentable. Restos de lo que una vez
había sido una tribu poderosa.
Cayeron sobre D'Arnot con uñas y dientes,
golpeándolo con palos y piedras y desgarrándolo con manos como garras. Le
arrancaron todo vestigio de ropa y los golpes despiadados cayeron sobre su
carne desnuda y temblorosa. Pero el francés no gritó de dolor ni una sola vez.
Respiró en silencio una oración para que lo liberaran rápidamente de su
tortura.
Pero la muerte por la que oraba no iba a ser tan
fácil de obtener. Pronto los guerreros alejaron a las mujeres de su prisionero.
Iban a salvarlo para un deporte más noble que éste, y habiendo amainado la
primera oleada de su pasión, se contentaron con proferir burlas e insultos y
escupirle.
Al poco tiempo llegaron al centro del pueblo. Allí
D'Arnot fue atado firmemente al gran poste del que nunca se había liberado a
ningún hombre vivo.
Varias mujeres se dispersaron por sus diversas
chozas para ir a buscar ollas y agua, mientras que otras encendieron una hilera
de hogueras en las que se hervían porciones del banquete mientras el resto se
secaba lentamente en tiras para uso futuro, como esperaban. Otros guerreros
regresaran con muchos prisioneros. Las festividades se retrasaron en espera del
regreso de los guerreros que se habían quedado para participar en la escaramuza
con los hombres blancos, de modo que ya era bastante tarde cuando todos estaban
en la aldea y la danza de la muerte comenzó a girar alrededor del oficial
condenado.
Medio desmayado por el dolor y el cansancio, D'Arnot
observaba con los párpados entrecerrados lo que parecía sólo el capricho del
delirio, o alguna horrible pesadilla de la que pronto despertaría.
Los rostros bestiales, pintados de color, las bocas
enormes y los labios flácidos y colgantes, los dientes amarillos, afilados, los
ojos demoníacos, los brillantes cuerpos desnudos, las crueles lanzas. Seguramente
tales criaturas no existían realmente en la tierra; de hecho, debía estar
soñando.
Los salvajes se acercaron en círculos. Entonces
surgió una lanza y le tocó el brazo. El dolor agudo y la sensación de la sangre
caliente que goteaba le aseguraron la terrible realidad de su situación
desesperada.
Otra lanza y luego otra lo tocaron. Cerró los ojos y
apretó los dientes con firmeza. No gritaría.
Era un soldado de Francia y les enseñaría a estas
bestias cómo morían un oficial y un caballero… (Capítulo 21. Tarzan
of the Apes. Traducción propia.)
Para saber
The
Congo Free State (Estado Libre del Congo) fue una
monarquía en África central, entre
1.885 y 1.908. Pertenecía en forma privada al rey Leopoldo II, rey de Bélgica.
El
Congo no pertenecía a Bélgica.
Leopoldo se quedó con la región en
forma privada convenciendo a los otros estados europeos en la conferencia de Berlín que intentaba hacer un trabajo
humanitario y filantrópico.
El reino de Leopoldo
en el
Congo ganó fama por las atrocidades
que se cometieron contra los locales. La administración de Leopoldo extrajo marfil, goma y
minerales. Todo el asunto se transformó en
un gran escándalo a principios del siglo 20.
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