sábado, 5 de diciembre de 2015

Fenimore Cooper´s Literary Offences

"Fenimore Cooper's Literary Offenses" es un ensayo de 1895 de Mark Twain, escrito como una sátira y crítica a los escritos de James Fenimore Cooper. Basándose en ejemplos de The Deerslayer y The Pathfinder de Cooper's Leatherstocking Tales, el ensayo afirma que Cooper es culpable de escritura tediosa, mala trama, inconsistencias obvias, clichés usados en exceso, caracterizaciones superficiales y una serie de "ofensas" similares.

El ensayo es característico del estilo mordaz y satírico de Twain, una forma que también había usado para ridiculizar a otros autores como Oliver Goldsmith, George Eliot, Jane Austen, y Robert Louis Stevenson.

Más abajo les pongo los links para leer el ensayo en inglés y escucharlo en el mismo idioma. ¡Todo gratis, señores!

 

Una favorita era hacer que el mocasín de una persona se posicionara en las huellas de otra y de esa manera ocultar su rastro. Otra estrategia que sacaba de su arcón con frecuencia era la de la rama rota. Amaba su rama rota…

 

Mark Twain about 1895
Twain in 1895

… El arte de Cooper tiene algunos defectos. En un lugar de 'Deerslayer', y en el espacio restringido de dos tercios de una página, Cooper ha cometido 114 delitos contra el arte literario de un total de 115. Rompe el récord.

Hay diecinueve reglas que gobiernan el arte literario en el dominio de la ficción romántica. En Deerslayer Cooper violó dieciocho de ellos. Estos dieciocho requieren:

1. Que un cuento logre algo y llegue a alguna parte. La historia de Deerslayer no logra nada.

2. Que los episodios de un cuento sean partes necesarias del cuento y contribuyan a su desarrollo. Pero como el cuento de Deerslayer no es un cuento, no logra nada y no llega a ninguna parte. Los episodios no tienen un lugar legítimo en la obra, ya que no tenían nada que desarrollar.

3. Que los personajes de un cuento estén vivos, excepto en el caso de los cadáveres, y que siempre el lector pueda distinguir los cadáveres de los demás.

4. Que los personajes de un cuento, tanto muertos como vivos, exhiban una excusa suficiente para estar allí.

5. Que cuando los personajes de un cuento conversen, la conversación suene como una conversación humana y sea como los seres humanos probablemente hablarían en las circunstancias dadas.

6. Que cuando el autor describa el carácter de un personaje en su relato, la conducta y conversación de ese personaje justifique dicha descripción.

7. Que cuando un personaje hable como alguien ilustrado, no hable como un juglar negro al final.

8. Que no se juegue con el lector con estupideces obtusas como "el oficio del leñador, el delicado arte del bosque", ni por parte del autor ni por la gente del cuento.

9. Que los personajes de un cuento se limiten a las posibilidades y dejen en paz a los milagros; o, si se aventuran a hacer un milagro, el autor deba exponerlo de manera tan plausible que parezca posible y razonable.

10. Que el autor haga que el lector sienta un profundo interés por los personajes de su relato y por su destino; y que hará que el lector ame a las buenas personas del cuento y odie a las malas.

11. Que los personajes de un cuento estén tan claramente definidos que el lector pueda decir de antemano qué hará cada uno en una emergencia determinada.

12. Que diga lo que se propone decir, no simplemente acercarse.

13. Que use la palabra correcta, no su prima segunda.

14. Que evite el exceso.

15. Que no omita detalles necesarios.

16. Que evite el desorden de forma.

17. Que use buena gramática.

18. Que emplee un estilo sencillo y directo.

 

Huron-Wendat group from Wendake (Lorette) at Spencerwood, Quebec City
Hurons

… el don de Cooper respecto de la inventiva no era una de sus cualidades más fuertes. Pero gustaba de trabajarla, estaba complacido con sus efectos y en realidad hacía bastantes cosas dulces con ella. En su pequeña caja de efectos tenía seis u ocho astutas estrategias, trucos, y artificios para sus salvajes y aventureros, para engañar el uno al otro, y nunca estaba más feliz que cuando estaba trabajando con estas inocentes cosas. Una favorita era hacer que el mocasín de una persona se posicionara en las huellas de otra y de esa manera ocultar su rastro. Otra estrategia que sacaba de su arcón con frecuencia era la de la rama rota. Amaba su rama rota y la trabajaba con frecuencia. Es un descanso en cualquiera de sus libros cuando alguien no pisa una rama seca y alarma a nativos y criollos en cientos de yardas a la redonda. Cada vez que un personaje de Cooper está en peligro y el silencio absoluto vale cuatro dólares por minuto, se asegura que pise una rama seca. Deben de haber cientos de cosas más a mano que pisar una ramita pero eso no satisfaría a Cooper. Requiere que su personaje la busque y si no puede hacerlo, vaya y tome prestada una. En realidad Leather Stocking Series debió haberse llamado Broken Twig Series… (Extracts from Fenimore Cooper´s Literary Offences by Mark Twain. Project Gutenberg)

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De la web

Fenimore Cooper´s Literary Offences, listening from archive.org 

 

Fuentes

Fenimore Cooper's Literary Offenses, Wikipedia


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