No debe haber especie más cruel que la del ser
humano como quedó demostrado una y otra vez a lo largo de los siglos 19 y 20 en
todas las masacres y matanzas que
presenciamos, escuchamos o vimos. ¿Qué puede haber hecho un pueblo para ser
masacrado, deportado, torturado, violado, o despojado de sus posesiones? ¿No
había algo de caridad cristiana, clemencia, o lástima entre todos estos
bárbaros, que los mandaron a morir en el desierto o le pegaron un tiro en la
cabeza por ser armenios? ¿Nadie vio
que las deportaciones, expropiaciones, y matanzas estaban mal? ¿Nadie dijo
basta?
Más abajo una
viejita de 110 años cuenta lo que le tocó vivir en aquellos años de las
deportaciones turcas.
A continuación el
Genocidio Armenio. Esto no es ni un 1% de lo que constituye un estudio
serio y hay mucho para estudiar, pero sí sentí la necesidad de mostrar el
horror y la crueldad del ser humano, aunque sea sintetizado. ¡Qué Dios nos
ayude!
Llevados por escoltas militares a los deportados se les negó comida y
bebida y fueron sujetos a robos periódicos, violaciones y masacres…
La historia
El
Genocidio Armenio fue la exterminación sistemática por
parte del gobierno otomano de su
minoría Armenia dentro de su
territorio, que se extiende dentro de la actual Turquía.
El imperio
otomano sufrió una serie de derrotas militares y pérdidas territoriales, lo
que llevó a las autoridades a temer que los
armenios buscaran su independencia. Las deportaciones masivas intentaban
detener la posibilidad de una autonomía o independencia armenia.
El número total de personas asesinadas ha sido
estimado entre 800.000 y 1.500.000. La
fecha de comienzo del genocidio se
estableció convencionalmente el 24 de
abril de 1915, el día que las
autoridades otomanas rodearon y arrestaron, y después ejecutaron, a 250 armenios intelectuales y líderes de
las comunidades de Constantinopla (ahora Estambul).
El genocidio
fue llevado a cabo durante y después de la
Primera Guerra Mundial e implementado en dos fases: el asesinato de la
población masculina a través de masacres
y el trabajo forzado como conscriptos del ejército, seguido de la deportación de mujeres y niños, de los viejos y de los enfermos en marchas de la
muerte hacia el desierto de Siria.
Llevados por escoltas militares a los
deportados se les negó comida y bebida y fueron sujetos a robos periódicos,
violaciones y masacres. Otros grupos indígenas y cristianos como los asirios y los griegos otomanos
fueron también blanco de exterminio
por parte del gobierno otomano. La
mayoría de los armenios alrededor del
mundo se formaron como resultado directo del genocidio.
El genocidio
armenio es reconocido como uno de los primeros modernos genocidios porque los estudiosos señalan
la forma sistemática y organizada en que los asesinatos fueron llevados a cabo
para eliminar a los armenios y es el
segundo caso más estudiado de genocidio
después del Holocausto.
Turquía,
sucesora del imperio otomano, niega
la palabra genocidio como un término
adecuado para los asesinatos en masa de armenios
que comenzaron bajo el dominio otomano
en 1915. A la fecha 29 países han reconocido oficialmente estas matanzas como genocidio.
Marchas de la muerte
Los
armenios fueron obligados a marchar al pueblo sirio de Deir ez-Zor y al desierto continuo. No
hay evidencia que el gobierno otomano
proveyera de refugios suficientes y provisiones para sostener la vida de
cientos de miles de armenios
deportados durante su marcha forzada al
desierto sirio o después. En 1915 el New
York Times repetía:
“Los caminos y el Éufrates están llenos de cuerpos de exiliados, y los que
sobrevivieron están destinados a una muerte segura. Es un plan para exterminar
a todo el pueblo armenio.”
Campos de concentración
Un sistema de 25 campos
de concentración fue establecido por el gobierno
otomano para disponer de los armenios
sobrevivientes. Estos campos se situaban en las fronteras con Iraq y Siria. Algunos de los campos eran puntos de transición.
Otros fueron usados como tumbas masivas y luego dejados libres para el otoño.
Algunos de ellos fueron hechos específicamente para aquellos que no se esperaba
que vivieran más que algunos días. Las
autoridades otomanas se negaron a proveer comida y agua para las víctimas,
incrementando la mortalidad, y los
musulmanes obtenían a las mujeres
armenias a través de casamientos, mientras las muertes de sus maridos no se
contabilizaron.
Cobertura de la prensa
El
genocidio armenio fue ampliamente cubierto por la
comunidad internacional y en muchas publicaciones como revistas, periódicos,
libros y memorias. Algunas organizaciones, como Near East Foundation, utilizaron los medios de comunicación y los
periódicos para plantear la difícil situación de los armenios.
Muchos periódicos conocidos en idioma inglés como The Times, The New York Times, The
Washington Post, The Los Angeles Times, The Globe and Mail, The Toronto Star, o
The Montreal Gazette también informaron extensamente sobre los eventos.
Se cree que The
New York Times publicó miles de artículos relacionados con las masacres armenias entre 1894 y 1922
y 124 artículos solo en 1915.
Cabe señalar que periódicos como The Washington Post y The New York Times informaron sobre las masacres armenias casi a diario
durante más de un año. La cobertura incluyó principalmente informes de
corresponsales, viajeros y cónsules o embajadores de diferentes países con base
en las diferentes regiones del Imperio
Otomano. Además, llegaron informes detallados de misioneros que
presenciaron las masacres e
intentaron ayudar a los huérfanos y otros sobrevivientes.
La cobertura de la prensa local en el Imperio Otomano provino
principalmente del Takvim-i Vekayi,
el boletín oficial del gobierno otomano.
Durante los consejos de guerra turcos de 1919-1920, el periódico se volvió
especialmente importante porque informaba sobre los contrainterrogatorios de
los funcionarios turcos y el veredicto del tribunal que condenó a muerte a Talat, Enver y Cemal Pashas por su papel en las
masacres contra armenios.
Los estudios dignos de mención de la cobertura de
prensa de las comunidades musulmanas en
el Medio Oriente y particularmente la de Siria también han sido fundamentales para representar relatos de
primera mano de los deportados armenios
exiliados al área. La prensa siria
también tomó nota del impacto demográfico de los deportados armenios en la región y condenó al gobierno otomano por lo que en gran
medida creía que era una campaña de
"aniquilación", "exterminio" y "desarraigo de una
raza".
En
video
Armenian
genocide: survivors recall events 100 years on.
Yepraksia
Gevorgyan, 110 años. Yepraksia vivía en una pequeña villa
cerca de Kars en el límite armenio. Yepraksia, le pidió a la directora del
video que la ayudara a encontrar a su hermano mayor de quién había sido
separada después de 1915. A continuación un extracto del video en Youtube:
… —Yo tenía 10 años cuando escapamos de las
deportaciones. Los turcos mataron a mi padre. Nos quedamos mamá y 2 hermanos. Estaban
matando gente frente a nosotros, capturándolos y robándoles. Es vergonzoso pero
violaban a la gente. Lo he visto todo. ¡Todo!
Nos estábamos muriendo de hambre, rogando por un
pedazo de pan que ellos no nos daban. Estábamos descalzos, medio desnudos,
hambrientos y con sed…
Artículos
relacionados
… el abogado ultra-nacionalista Kemal Kerincsiz
demandó a Pamuk por sus dichos sobre el genocidio armenio en el Imperio Otomano…
Orhan Pamuk
Winston Smith vive en Airstrip One, las ruinas de
una Inglaterra arrasada por la guerra, conflictos civiles y… Nineteen Eighty-Four
Piensen en la figura de Leopoldo de Bélgica, un
diablo encarnado que por motivos de voracidad llevó adelante asesinatos y
torturas a través de una parte de África, y sin embargo fue recibido en cada
corte, y fue enterrado después de una oración de un cardenal de la Iglesia
Católica… El mensaje vital
Referencias
Suscribíte
al blog recibir historias como esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tus mensajes, comentarios o críticas. Serán bienvenidos