Juana
Manuela Gorriti nació en Salta, Argentina, en aquellos años de la revolución e independencia argentina. Se casó con un general boliviano, lo enterró después de
una revolución frustrada y viajó desde Lima
a Buenos Aires (imaginen el sacrificio). También fue autora de varios
libros, entre ellos un recetario de
comidas sudamericanas y europeas.
Más abajo ponemos una receta de unas empanadas, con el castellano que se manejaba en aquellos
años. Una opinión: las empanadas no
llevan almendras ni pasas de uva.
La familia
Juana
Manuela Gorriti nació en Rosario de la Frontera (Salta), en 1818. Fue escritora, aunque también se ha hecho célebre por las peripecias de
su vida.
Su padre fue José
Ignacio Gorriti, representante de Salta
en el Congreso de Tucumán, gobernador
de la provincia de Salta y amigo
personal del Gral. Güemes. Contribuyó
a la causa de la independencia aportando dineros y hacienda y fue combatiente.
Una tía la envió a la ciudad de Salta a los seis años para que estudiara en una escuela religiosa,
pero no toleró estar encerrada, se enfermó y debió volver a su hogar, lo que
fue el fin de sus estudios formales. A partir de entonces leyó numerosos libros
y comenzó a escribir cuentos.
Juana Manuela |
Matrimonio
En 1831, siendo su padre unitario, y tras enfrentar
en armas al federal Facundo Quiroga,
su familia se vio obligada a emigrar a Bolivia,
específicamente a Tarija.
Meses más tarde, el 10 de abril de 1832, arribó a la
ciudad de Tarija el Cap. Manuel Isidoro Belzú por órdenes
del Cnel. José Ballivián y; semanas
después, Juana Manuela y Belzú se
conocieron y se enamoraron.
Belzú
abandonó su hogar para ponerse a la cabeza de un batallón, presentándose en el
palacio gubernamental para exigir la renuncia del presidente Ballivián. Su intento fracasó, fue procesado, destituido
y expatriado al Perú.
Aunque Juana
estaba en desacuerdo con lo actuado por su esposo, porque iba contra sus
principios, lo siguió a Perú. Sin
embargo, su compañero preparó una nueva revuelta para ponerse al frente de un
ejército con el propósito de derrotar al gobierno de su país. Entró triunfante
en La Paz y se proclamó presidente de
la República en el año 1848.
Juana
quedó sola en Lima, donde abrió una
escuela mixta de educación primaria, que pudo formar a varias generaciones de
mujeres limeñas. Allí tuvo origen su ya famoso salón literario, que congregó a
las personalidades más sobresalientes.
En 1865 Belzú… fue asesinado… Vinieron a decirme que
había caído atravesadas las sienes de un balazo, y yo corrí en medio del
combate; llegué hasta donde yacía el desventurado ya cadáver, lo levanté en mis
brazos y en ellos lo llevé a casa: a ese hogar que él había abandonado tanto
tiempo hacía! Con mis manos lavé su ensangrentado cuerpo, y acostándolo en su
lecho mortuorio, lo velé y no me aparté de él hasta que lo coloqué en la tumba…
Juana Manuela Gorriti de Belzú
Juana
Manuela se ha hecho célebre no solo por su vida llena de
vicisitudes y por su innegable valor como literata, y por ser en su madurez una
política progresista, sino también por su interesante libro de arte culinaria llamado La cocina ecléctica, el cual, además del
valor gastronómico, tiene un gran valor documental, ya que aporta muchas recetas folclóricas argentinas, de otros
países latinoamericanos e incluso cocina
europea de su época.
Empanaditas a la coquetuela
Llámanlas así mis amigas, por una razón toda suya:
diz que hay coquetería en la manera con que muevo mis manos al hacer estas confecciones.
Si quienes las saboreen las encontrasen ricas,
¡bendita sea la coquetería con que convierto una libra de harina en masa!
Primero sobada hasta tornarla blanda y suave, gracias
a la fuerza del puño y a dos onzas de grasa de chancho, poco a poco mezclada al
sobarla, y que entonces transformo en una hojaldra de seis hojas, extendiendo
primero...
Pero, ¿quién ignora cómo se hace la hojaldra? Pues,
vamos al relleno, dejando cortada en cuadritos la masa, ya adelgazada por medio
del palote, y puesta sobre un mantel.
Se hace un picadillo muy aderezado con pimienta, un
tantico de cominos, cebolla blanca frita, molido y frito también un diente de
ajo. Almendras y pasas de uva. Se pone el relleno y se tapa, mojando antes con
agua, sopando en ella el dedo, en torno del borde inferior de la masa de abajo,
para que al ponerle la superior, peguen ambas, a fin de que no se salga el
relleno y la hojaldra se abra.
Se ponen al horno en latas, y asentadas sobre papel.
También se fríen en grasa de chancho.
Silvia Sagasta. (Buenos Aires)
(Cocina Ecléctica,
Juana Manuela Gorriti)
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