Babbitt
renegó un rato contra el uso prolongado del baño, sobre las toallas mojadas y
la pasta de diente ordinaria. Para secarse recurrió a la que nadie usaba.
A continuación unos párrafos en castellano de la novela Babbitt, de Sinclair Lewis.
Al final algo sobre la palabra babbitt y sobre la máquina de afeitar (Safety razor).
Entonces George F. Babbitt hizo una cosa vergonzosa. ¡Se secó la cara con
la toalla de invitados! Era una cosa bordada que siempre colgaba allí para
indicar que los Babbitts estaban en la mejor sociedad de Floral Heights. Nadie
la había usado nunca…