Del escritor salteño Juan Carlos Dávalos presentamos
este pequeño cuento, La Creciente, que es una muestra que el
talento no tiene fronteras.
Don Ventura Perdigones era un gallego verdulero que había
en Salta. Desde Vaqueros, donde tenía hortalizas, llevaba todas las mañanas al
pueblo una arganada de verduras
frescas para vender por las calles.
Vaqueros es un pueblo que dista dos leguas de la
ciudad y está situado en la margen izquierda del rio de ese nombre.
Y digo rio porque se llama así en mi tierra, mal que
pese al estricto sentido del vocablo, lo que en invierno apenas parecen arroyos
apacibles, y en verano se tornan con las lluvias, en formidables avalanchas de
barro y piedras.