La reflexión de Virginia Woolf, que fue luego
editada y publicada como The Death of the
Moth and Other Essays en 1942, un año después de la muerte de la autora,
fue titulada Craftmanship y habla
sobre el arte de escribir.
Las palabras inglesas están llenas de ecos, de
memorias, de asociaciones. Han estado en los labios de las personas, en sus
casas, en las calles, en los campos, por muchos siglos. Y esa es una de las
dificultades en escribirlas hoy. Que han sido almacenadas con otros
significados, con otras memorias y que han contraído tantos famosos matrimonios
en el pasado.
La esplendida incarnadine,
por ejemplo, ¿Quién puede usarla sin no recordar mares multitudinarios?
Antiguamente, por supuesto, cuando el ingles era un nuevo lenguaje, los
escritores podían inventar nuevas palabras y usarlas.