¿Un tratado sobre las enfermedades de las mujeres? Hummm. Esto me suena a cuento, como los tónicos que prometían hacer crecer el cabello o curaban problemas de próstata. Treatise on the Diseases of Women llamaba a las mujeres a confiar en su tónico, aunque los médicos lo consideraban una estafa. ¿La creadora de este invento? Lydia Estes Pinkham, que incentivaba a los enfermos a escribirle pues iba a responder a sus consultas personalmente. Aquí hay un ejemplo claro de lo que puede hacer la propaganda en la mente de las personas, especialmente si no tienen otra alternativa para curar sus dolencias.
Más abajo un poco sobre la vida de Lydia Pinkham, una traducción de la
introducción a Treatise on the Diseases
of Women, y la crítica del mundo científico
En vocabulario vemos quackery
¿Quién fue Lydia Pinkham?
Lydia Estes Pinkham fue una icónica
inventora y astuta marketinera, de un exitoso tónico femenino que supuestamente
aliviaba los dolores menstruales y de la menopausia. Aunque el Pinkham's Vegetable Compound se vendía
bien al público en general los expertos en salud lo consideraban una estafa.Las curas de Pinkham
Las largas promociones dramatizaban las debilidades
de las mujeres, la histeria, y otros temas comunes en la época. Pinkham urgía a las mujeres a escribirle
personalmente y ella mantenía correspondencia con el cliente buscando formas
más persuasivas para vender. Claramente las respuestas no provenían solo de Lydia ya que continuaron aun después de
muerta.
En 1906 Estados
Unidos estableció la Pure Food and
Drug Act, que requería que los productores de medicinas patentadas
mostraran los ingredientes de sus productos en la etiqueta. Lydia Pinkham’s Vegetable Compound
contenía un quince por ciento de alcohol. La nueva acta impedía a los
productores hacer falsas promesas. Lydia
Pinkham’s Vegetable Compound no podía promocionarse como que servía para
tratar problemas como útero prolapsado, úlceras uterinas o debilidad general
femenina. Sin embargo, el compuesto continuó recibiendo testimonios positivos y
se vendió exitosamente.
Una mujer entiende mejor a una mujer
La experiencia es la perfecta maestra. ¿Sabes lo que
es sufrir dolor? ¿Has tenido el cuerpo cruzado por intenso sufrimiento? ¿Alguna
vez has experimentado la agonía indescriptible que proviene de los nervios
sobre excitados? ¿Alguna vez has sentido el afilado, pesado, punzante, latente
dolor; el enfermante dolor? Entonces lo sabes. Nadie te puede decir nada más.
La experiencia es la maestra perfecta.
El aprender de los libros no es suficiente.
Supongamos que nunca experimentaste dolor sino que solo lo leíste en un libro,
¿piensas que tendrías una idea de lo que es el sufrimiento genuino? Ciertamente
que no.
El conocimiento de los libros es valioso. Enseña la
ubicación de los países, el uso de figuras y la historia de las naciones. Pero
hay algunas cosas que los libros no pueden hacer, y lo principal es que no
pueden describir el sufrimiento físico y mental. Estas son cosas que se deben
experimentar.
Es necesaria la experiencia personal. Después de
haber sufrido una vez, cuán dispuesto está a simpatizar con aquellos que están
pasando por las mismas pruebas. Si alguien en tu propia casa o una amiga está
pasando por la dura prueba de la maternidad, y tú has sufrido lo mismo, ¡cómo
puedes aconsejar, sugerir, consolar, orientar! Si has tenido una experiencia
personal de agonía intensa una vez al mes, ¿no cree que estás en una mejor
posición para hablar con alguien que está sufriendo de la misma manera que lo estaría
si nunca hubiera pasado por todo esto?
Mejor te comprendes a ti misma. Pero vayamos un poco
más lejos en este estudio. Cuando escuchas a un orador eminente, tienes poca
idea de si está nervioso, poca idea de si está pasando por una tensión severa;
porque nunca has estado en su lugar, no puedes comprender esa condición… (Treatise on
the Diseases of Women. Traducción propia.)
A Woman Best Understands a Woman
Experience a Perfect Teacher. —Do you know what it
is to suffer pain? Have you had your body racked and torn with intense
suffering? Have you ever experienced that indescribable agony which comes from
overworked nerves?...
Lydia E. Pinkham's Vegetable Compound
Las
cinco hierbas contenidas en la fórmula original son:
Raíz pleurésica.
Raíz de la vida.
Alholva.
Raíz de unicornio.
Cohosh negro.
La fórmula también contiene alcohol.
El National
Institutes of Health realizó una prueba de 12 meses con placebo en mujeres
entre 45 y 55 años. No se encontró una diferencia significativa entre el número
de mujeres con calores diurnos y sudoraciones nocturnas en ninguno de los
grupos de hierbas comparados con el grupo de placebo.
Los anuncios de Lydia
E. Pinkham's Vegetable Compound incluían los mitos populares de la salud de
las mujeres, como que mejoraban la actividad sexual y aumentaban la
reproducción.
La popularidad del compuesto de la señora Pinkham mucho después de su muerte es
testamento de su aceptación por las mujeres que buscaban alivio de los síntomas
menstruales y menopáusicos. La compañía continuó bajo control familiar hasta la
década de 1930.
Los expertos médicos desechaban las supuestas
propiedades de Pinkham como charlatanería.
En 1922 fue descripto como una “preparación mantenida en el mercado por
cincuenta años a través de avisos mentirosos y testimonios sin valor”.
Vocabulario
Quackery:
dishonest practices and claims to have special knowledge and skill in some field,
typically medicine. Medical methods that do not work and are only intended to
make money
"A website dedicated to exposing medical quackery"
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