miércoles, 1 de marzo de 2017

Lo de Biafra

La muerte de tanta gente por falta de comida, por hambre, como pasó en Biafra, y puede llegar a pasar en Ucrania, no puede permitirse. Que un solo hombre decida sobre la vida de millones tampoco es justo. No puede ser que alguien decide sobre la vida y la muerte de las personas así como así. Algunas reflexiones sobre Biafra.

 

Algunas imágenes nos tienen que hacer reflexionar y cambiar, nos tienen que llamar al hacer más que al decir, nos tienen que unir más que desunir. Un niño o una mujer tirados en el piso, puro piel y huesos, nos debería mover a cambiar las cosas. Para que podamos vivir en paz, que de eso finalmente se trata.

Mujer con signos de desnutrición severos en un campo de refugiados

En 1966 los nigerianos alzaron las armas para pelear entre ellos, entre hermanos. La crueldad y la saña pudieron más que el amor y la comprensión. Era 1966 y, por entonces, las imágenes e información llegaban más lentas. No había internet ni comentarios en Instagram.

No hubo mesa de diálogo ni el Papa llamando a las partes a negociar. Los líderes decidieron que era mejor el sonido de las armas que el de las risas de los niños corriendo sin miedo por los patios de las casas. Tampoco hubo una OTAN que amenazara con cortar las financiaciones o las reservas de los bancos. Ni un Estados Unidos que sancionara a un dictador.

¿Eran demasiado morochos, tal vez? ¿A nadie le interesaba que unos negros se mataran entre sí? Hubo pilotos, eso sí, que enfrentaron valientemente las balas para llevar provisiones a Biafra. También mercenarios extranjeros, que no tan valientemente sino por interés, se pusieron de uno u otro bando.

El mismo Frederic Forsyth, escritor, reportó a Londres las matanzas, las hambrunas y el terror que se vivía en Biafra.

Y es que nos puede haber pasado a todos. Tenemos tantas diferencias que de cualquier incidente puede provenir un conflicto y de la noche a la mañana estar envueltos en una guerra civil. ¿Y quiénes se van a matar, quiénes serán torturados y masacrados? Nosotros, los de abajo. Porque los peces gordos siempre estarán sentados en un escritorio, cómodos, planeando el próximo paso, para “chorear”.

Nadie puede mirar para otro lado cuando pasan tragedias como las de Biafra, la guerra de Biafra. Nadie puede permanecer inmutable cuando se habla de tantos muertos de hambre. Nadie puede no alzar la vos para protestar por una pelea entre hermanos.

Dicen que los Igbo se separaron de los nigerianos y el ejército federal, que era de otra etnia, aplastó la separación, a sangre y fuego. Literalmente.

Y el mundo miró para otro lado. Y permitió que niños y adultos murieran de hambre.

Imperdonables.

 

Algunos movimientos secesionistas ocurrieron en

La Unión Soviética:

   Komi-Permyak Okrug, en los montes Urales.

España:

  Andalucía, en la parte sur de España.

El Reino Unido:

  Cornwall, en el sudoeste de Inglaterra.

Alemania:

  Bavaria, en el sudeste de Alemania.

Chipre:

  Chipriotas turcos, en el norte de Chipre

Finlandia:

  Åland, en el mar Báltico.

Italia:

  Aosta Valley: en el noroeste de Italia.

 

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