miércoles, 26 de octubre de 2016

Maquiavelo

El príncipe, video


Querido Señor Presidente,
Estoy honrado de haber sido consultado al asumir la carga de su función.
Puedo ofrecer varios consejos que pienso que el tiempo y la experiencia han demostrado efectivos.
Actúe intrépidamente al comienzo, el público tiene un corto tiempo de atención y olvidarán las cosas buenas de su predecesor y se impresionarán con las suyas.
Piense como primera prioridad la protección de su poder, sin él usted será inútil. 
Sea firme pero flexible, recuerde que algunos de los grandes regalos de Dios son las promesas no cumplidas de las campañas.

Un conjunto humorístico de palabras escritas en el año 1513 por un empleado público de Florencia, Italia, pero lo que escribió se convirtió en algo calurosamente debatido, profundamente perturbador, y un libro muy importante en el mundo occidental. Para algunos fue una guía para tiranos y totalitarios. Mussolini lo amaba. Los marxistas lo reconocieron como el compañero revolucionario. Para otros el libro cimentó el camino de la tolerancia ética y religiosa, derechos individuales y democracias modernas, pero justo o no trajo el nombre de Maquiavelo como sinónimo de siniestro.
Comparo las fortunas a uno de esos ríos violentos que cuando están enojados  inundan las planicies, voltean los árboles y edificios. Todo se inclina ante ellos, todos se rinden a su poder. No hay posibilidades de resistencia. Tal es su naturaleza que uno debe tomar precauciones cuando fluye tranquilamente. Construyendo diques para controlarla. Así es con las fortunas. Los ríos no deben ser confiados pero ambos pueden ser controlados de acuerdo a la inteligencia y el poder y el deseo de ensuciarse las manos.

Maquiavelo es el primer pensador político, que sistemáticamente analizó los requerimientos del poder y la supervivencia. (Henry Kissinger, Former US Secretary of State.)

El príncipe es un libro sobre el poder, poder político en un tiempo de estados ciudades o principalidades gobernadas por hombres llamados príncipes. Tiene 26 cortos capítulos de análisis y opiniones, que van desde la clasificación de los gobiernos a consejos al seleccionar personal. Fue escrito para escandalizar y reeducar al lector y todavía lo puede hacer, desafiar los partidos políticos de su época y explicar a los futuros príncipes como se juega realmente. Le dice al príncipe que antes que nada debe saber cómo pelear. Debe aprender a ser cruel y despiadado, a mentir, romper su promesa y estar listo a violar principios éticos y religiosos cuando se necesita. Aunque enfatiza la necesidad de parecer compasivo, moral y devoto. Algunos dicen que Maquiavelo inventó la política moderna y cuando lo leemos podemos ver los encabezados de los diarios de hoy en día.

Pienso que es un gran libro porque es un espejo de la época de Maquiavelo y porque continúa perturbando, provocándonos y haciéndonos pensar de nuevo y ver de qué forma se relaciona con nuestro tiempo. Seguimos preguntándonos sobre él. (Hanna H. Gray, Professor of History, University of Chicago.)

Fue Maquiavelo quién dijo sean realistas. Cualquiera que sueñe con repúblicas y principados, que nunca han existido, el espacio entre cómo deberíamos vivir y cómo realmente vivimos es tan grande que el hombre que descuida lo que hay que hacer por lo que se debería hacer está en camino a la propia destrucción.
Maquiavelo se concentra en lo que se ha hecho, está en sintonía con su tiempo. Copérnico está estudiando los cielos, Leonardo está abriendo cadáveres, ambos tratando de aprender como hizo Dios. Para no aprender de la teoría sino de la observación directa.

Así como Leonardo estaba interesado en la anatomía de la naturaleza así Maquiavelo estaba interesado en la anatomía de la política, en el mundo de la historia.

Pero las disecciones y autopsias nunca son lindas. Una de los feos descubrimientos atribuidos a Maquiavelo es la idea que el fin justifica los medios, él no lo puso exactamente así. En las acciones de todos los hombres, especialmente los príncipes, donde no hay cortes de apelación, uno juzga por los resultados.

Maquiavelo, es muy claro, el final es lo que cuenta. Parece para nosotros un argumento muy duro. (Roger D. Masters, Author, “Machiavelli, Leonardo & the Science of Power”)

Hay algunas situaciones en las que mientras más amenazada está la supervivencia más estrecho es el margen de elecciones, a menos que quieras destruir la sociedad persiguiendo un fin marginal.

¿Qué hiciste para prevenir que esto le pase a tu gente?
¿Qué es lo que no hiciste, mentiste, violaste tratados, asesinaste personas, dónde trazaste la línea?
Por otro lado, si estas ganando la guerra y tu enemigo está finalizado ¿cuán lejos irás para minimizar tu propias pérdidas?
Maquiavelo estaba familiarizado con las ambigüedades morales del poder. Era realista.

Maquiavelo perseguía lo que llaman realismo moral. Primero, estaba tratando de crear algo que no existía hasta ese momento. El estado nación, en Italia. (Gary Hart, Former U. S. Senator.)

Pero lo que necesitamos preguntar es si realmente estamos en aguas turbulentas, si estamos ante las duras leyes de necesidades que Maquiavelo describe. Pienso que mucho de lo que creemos que somos, no es así. (Robert Hariman, Professor of the Humanities Drake University.)

Como muchos de los políticos de hoy Maquiavelo justifica los medios duros como necesarios para el bien común, pero su foco es en el presente o la ausencia de poder. ¿Qué es? ¿Cómo lo obtienes? ¿Cómo lo mantienes? Buenas preguntas en cualquier época pero inmediatas en Maquiavelo.




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El príncipe no es una novela, pero se puede tratar en clase, en clase de inglés, con adolescentes y adultos. Nos encantaría escuchar sus opiniones.


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