lunes, 8 de abril de 2013

El Prisionero de Zenda

La novela de Anthony Hope “El Prisionero de Zenda” describe las aventuras de Rudolf Rassendylls en su viaje a un imaginario país, Ruritania. Fue publicada en 1894 y fue un éxito en su época. Fue adaptada para el teatro y luego para el cine.

Rudolf, un aristocrático caballero inglés, muy bien conectado y educado, terminaba de comer. Rose, su cuñada, había estado muy inoportuna con sus pedidos. La dama pensaba que Rudolf debía aprovecharse, salir a realizar alguna actividad. Jacob Borrodaile podría ser nombrado embajador y elegir a Rudolf como su attaché.
Físicamente Rudolf era pelirrojo y de nariz grande, cuando la mayoría de los miembros de la familia Rassendylls tenían cabellos negros.
Recordaron la historia de un rey de Ruritania, Rudolf  III, que en una ocasión había visitado Inglaterra. Este Rudolf era pelirrojo y de nariz prominente. Por algún motivo, que nadie supo, este rey se batió en duelo con James, un antepasado de nuestro Rudolf. El resultado fue que el rey fue herido y regresó a su país. James falleció unos meses después y Amelia, la esposa de James, tuvo un hijo más adelante.

Rudolf pensó que sería una buena idea viajar por un tiempo. Decidió trasladarse a Ruritania y presenciar la coronación de Rudolf  V.
“Decidí parar en Paris por un día. Me hospedé en El Continental, comimos junto a George Featherly en Durand´s, fuimos a la ópera, cenamos un poco y después nos reunimos con Bertram Bertand corresponsal de The Critic en París.
Bertram estuvo silencioso hasta que contó que estaba enamorado, de una chica llamada Antoinette De Mauban. Ella era ambiciosa y al parecer tenía un romance con el Duque de Strelsau. El duque se dirigía a Ruritania, era hijo del extinto rey, en un segundo matrimonio, a ver la coronación del nuevo rey.”

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