jueves, 4 de abril de 2013

Dentro y Fuera del Escenario


Determinado a ser actor.

Llega un momento en la vida de todo hombre cuando siente que nació para ser actor. Algo en su interior le dice que es el elegido, que un día sacudirá al mundo. Arde en deseo de mostrar cómo deben ser hechas las cosas y en ganar un salario de trescientos a la semana.
Esta clase de cosas generalmente llegan al hombre cuando tiene aproximadamente diecinueve años y dura hasta que tiene cerca de veinte. No lo sabe en ese momento. Piensa que tiene una inspiración, una clase de llamado solemne, que sería inmoral no prestar atención; y cuando encuentra que hay obstáculos en camino a su aparición en Hamlet como personaje principal en el West-end, se siente devastado.
Yo personalmente  me encontré en esta situación. Estaba en el teatro una noche para ver Romeo y Julieta cuando cruzó mi mente repentinamente que esa era mi vocación. Pensé que la actuación solo se trataba de hacer el amor en calzas a hermosas mujeres y me hice al propósito de dedicar mi vida a ello. Cuando comuniqué mi heroica resolución a mis amigos me dijeron algunas cosas. Me llamaron tonto y opinaron que siempre pensaron que era  una persona sensible, aunque fue la primera vez que escuché eso.

Pero no iba a dar marcha atrás en mi propósito. Comencé por estudiar a los grandes dramaturgos británicos. Sabía que alguna clase de preparación era necesaria y, por el momento, no podía hacer nada mejor que eso. Entonces leí cada palabra de Shakespeare, con notas, lo que lo hizo más incomprensible, Ben Jonson, Beaumont y Fletcher, Sheridan, Goldsmith, y Lord Lytton. Esto me acercó a un estado mental cercano a lo insano. Con otro dramaturgo estándar me hubiera vuelto completamente loco, de eso estoy seguro. Pensando que un cambio me haría bien me dediqué a las farsas y al burlesque, aunque las encontré más deprimentes que a las tragedias.
Entonces la idea comenzó a tomar cuerpo en mí, la vida del actor no debe ser una vida feliz. Cuando me estaba haciendo más y más pesimista, sin embargo, me encontré un librito sobre el arte de maquillarse y esto me resucitó.

Para leer en inglés:


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