El hombre
educado no es necesariamente un doctor. Este hombre es capaz de pararse
para defender sus ideas, conoce de arte y de política y se emociona con la
pobreza de un niño. El hombre educado
tiene un espíritu de aventura que le hace ir un paso más, posee un don de gente
que lo hace sobresalir por sobre el común y manifiesta una visión que lo
proyecta a las innovaciones del futuro. El
hombre educado es un hombre abierto a las nuevas ideas. El hombre
instruido, puede ser un abogado, pero solo sabe de su oficio, como el que se
especializa en dar vueltas una tuerca, y solo realiza esta actividad ocho horas
diarias, todos los días de su vida.
Ese hombre
educado tiene educación en un sentido amplio, que empieza ya desde el
hogar, con las lecciones de ser un caballero, ceder el asiento a la viejita,
decir buen día, pedir por favor y dar las gracias.
Rodolfo Valentino |
El hombre
educado sabe hablar de generalidades, pero también puede hacer una
abstracción para traer un ejemplo a lo particular. Opina y sostiene lo que
piensa con argumentos sólidos, pues tiene convicciones firmes y sabe debatir
con un oponente. Escucha a otros, entiende lo que lo rodea y trata de ampliar
su experiencia. También lee, no solo historias clásicas sino temas de
actualidad, pues esto le permite mantener su mente abierta para conocer otras
(y nuevas) realidades.
Este hombre
educado conoce su oficio pero también disfruta de poesía, escultura,
pintura y música, pues tiene una sensibilidad especial que fue desarrollando en
la escuela, en la casa, con los libros, en el teatro y con los artistas.
Extraña situación la de éste siglo en el que
vivimos: por un lado todos se especializan y por el otro los programas de TV y
concursos varios buscan el conocimiento enciclopedista. Por un lado proponen la
escuela técnica y por el otro se quejan de que no entienden lo que leen.
¿Y quién, en Argentina, sería un representante del hombre educado? Alejandro Fantino. Observen sus entrevistas y verán que, aparte de las preguntas, hay un contexto
que sugiere al hombre que se prepara, que lee, investiga y razona. Otra persona representativa del hombre educado es Luis Novaresio,
periodista, que es capaz de sostener sus opiniones con argumentos sólidos, sin
tomar partido por uno u otro lado, con conocimiento de lo que habla.
Por el hombre
educado levantamos una copa y brindamos. Salud.
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