domingo, 10 de mayo de 2015

El hombre educado

El hombre educado no es necesariamente un doctor. Este hombre es capaz de pararse para defender sus ideas, conoce de arte y de política y se emociona con la pobreza de un niño. El hombre educado tiene un espíritu de aventura que le hace ir un paso más, posee un don de gente que lo hace sobresalir por sobre el común y manifiesta una visión que lo proyecta a las innovaciones del futuro. El hombre educado es un hombre abierto a las nuevas ideas. El hombre instruido, puede ser un abogado, pero solo sabe de su oficio, como el que se especializa en dar vueltas una tuerca, y solo realiza esta actividad ocho horas diarias, todos los días de su vida.

Ese hombre educado tiene educación en un sentido amplio, que empieza ya desde el hogar, con las lecciones de ser un caballero, ceder el asiento a la viejita, decir buen día, pedir por favor y dar las gracias.
Rodolfo Valentino
Rodolfo Valentino
El hombre educado sabe hablar de generalidades, pero también puede hacer una abstracción para traer un ejemplo a lo particular. Opina y sostiene lo que piensa con argumentos sólidos, pues tiene convicciones firmes y sabe debatir con un oponente. Escucha a otros, entiende lo que lo rodea y trata de ampliar su experiencia. También lee, no solo historias clásicas sino temas de actualidad, pues esto le permite mantener su mente abierta para conocer otras (y nuevas) realidades.
Este hombre educado conoce su oficio pero también disfruta de poesía, escultura, pintura y música, pues tiene una sensibilidad especial que fue desarrollando en la escuela, en la casa, con los libros, en el teatro y con los artistas.

Extraña situación la de éste siglo en el que vivimos: por un lado todos se especializan y por el otro los programas de TV y concursos varios buscan el conocimiento enciclopedista. Por un lado proponen la escuela técnica y por el otro se quejan de que no entienden lo que leen.
¿Y quién, en Argentina, sería un representante del hombre educado? Alejandro Fantino. Observen sus entrevistas y verán que, aparte de las preguntas, hay un contexto que sugiere al hombre que se prepara, que lee, investiga y razona. Otra persona representativa del hombre educado es Luis Novaresio, periodista, que es capaz de sostener sus opiniones con argumentos sólidos, sin tomar partido por uno u otro lado, con conocimiento de lo que habla.


Por el hombre educado levantamos una copa y brindamos. Salud.







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