viernes, 9 de diciembre de 2016

Matar un elefante

Matar un elefante (Shooting an Elephant) es un ensayo de George Orwell, publicado en la revista literaria New Writing en 1936.

El ensayo describe la experiencia de un narrador inglés llamado a matar a un elefante agresivo cuando trabajaba como policía en Birmania. Debido a que los locales esperan que haga su trabajo él lo hace en contra de su voluntad. La historia se considera como una metáfora del imperialismo y del punto de vista de Orwell que “cuando el blanco se vuelve un tirano es su propia libertad la que está destruyendo.”

Orwell pasó algún tiempo en Birmania en una posición similar a la del narrador pero se disputa el grado de autobiografía de la historia.

Al final investigamos sobre Birmania (en Asia), llamada ahora Myanmar, que tiene que ver con el imperio británico en su auge.

 Y en vocabulario coolie o culi que vendría a ser como trabajador, usado en África de manera discriminatoria.

 

… en ese momento ya había decidido que el imperialismo era algo malvado y tan pronto como renunciara sería mejor para mí… Es un asunto serio disparar contra un elefante que trabaja, es comparable a destruir una enorme y costosa pieza de maquinaria, y obviamente no se debe hacerlo si es posible evitarlo… Se convierte en una especie de hueco, un maniquí posando, la figura convencionalizada de un sahib…

 

Matar un elefante

… En Moulmein, en baja Birmania, fui odiado por un gran número de personas, la única vez en mi vida que he sido lo suficientemente importante como para que esto suceda. Era oficial de policía de la ciudad y, sin sentido, el sentimiento antieuropeo era muy amargo. Nadie tenía las agallas para levantarse en armas, pero si una europea pasaba por los bazares sola alguien probablemente escupiría jugo de betel sobre su vestido. Como oficial de policía era un objetivo obvio y era un cebo cuando parecía seguro serlo…

Todo esto era desconcertante y perturbador. Porque en ese momento ya había decidido que el imperialismo era algo malvado y tan pronto como renunciara sería mejor para mí. Teóricamente, y secretamente, por supuesto, yo estaba a favor de los birmanos y en contra de sus opresores, los británicos. En cuanto al trabajo que estaba haciendo, lo odiaba más de lo que quizá podía declarar…

Una mañana temprano, el subinspector, al otro extremo de la ciudad, me llamó por teléfono y me dijo que un elefante estaba devastando un bazar.

¿Podría por favor venir y hacer algo al respecto?

No sabía lo que podía hacer, pero quería ver qué estaba pasando y me subí a un poni y salí. Tomé mi rifle, un viejo Winchester .44, demasiado pequeño para matar a un elefante, pero pensé que el ruido podría ser útil en espantarlo. Varios birmanos me detuvieron en el camino y me contaron los hechos. No era, por supuesto, un elefante salvaje, sino un domesticado que se había vuelto loco…

Roosevelt safari elephant
Roosevelt standing next to the elephant he shot

El sub-inspector birmano y algunos agentes indios me esperaban en el barrio donde se había visto el elefante. Era un barrio muy pobre, un laberinto de cabañas de bambú, cubiertas de hojas de palmera, que serpenteaban por una ladera empinada. Recuerdo que fue una mañana turbia y cargada al comienzo de las lluvias. Comenzamos a preguntar a la gente sobre el paradero del elefante y, como de costumbre, no pude obtener ninguna información definitiva…

Rodeé la cabaña y vi el cadáver de un hombre desparramado en el lodo. Era un indio, un negro dravidiano culi, casi desnudo, y no podía haber estado muerto muchos minutos. La gente decía que el elefante había llegado repentinamente sobre él al dar vuelta la cabaña, atrapándolo con su trompa. Le puso el pie en la espalda y lo tiró en tierra…

Tan pronto como vi al hombre muerto, envié un ayudante a la casa de un amigo cerca para tomar prestado un rifle de elefante. Ya había devuelto el poni, no quería que se volviera loco de miedo y me tirara si olía al elefante…

El ayudante regresó en unos minutos con un rifle y cinco cartuchos, y mientras tanto llegaron algunos birmanos que nos dijeron que el elefante estaba en los arrozales de abajo, a sólo unos pocos cientos de metros de distancia. Cuando empecé a avanzar prácticamente toda la población del barrio salió de las casas y me siguió. Habían visto el rifle y gritaban con entusiasmo que iba a disparar al elefante…

Al ver al elefante supe con absoluta certeza que no debía dispararle. Es un asunto serio disparar contra un elefante que trabaja, es comparable a destruir una enorme y costosa pieza de maquinaria, y obviamente no se debe hacerlo si es posible evitarlo. Y a esa distancia, comiendo tranquilamente, el elefante no parecía más peligroso que una vaca…

Pero en ese momento miré a la multitud que me había seguido. Era una multitud inmensa, dos mil por lo menos y creciendo cada minuto. Bloqueó el camino por una larga distancia a ambos lados. Miré el mar de caras amarillas por encima de las ropas brillantes, caras felices y excitadas por este poco de diversión, seguro de que el elefante iba a ser fusilado…

Y fue en este momento, mientras estaba allí con el rifle en mis manos, que comprendí primero el vacío, la futilidad del dominio del hombre blanco en el Oriente. Aquí estaba yo, el hombre blanco con su arma, de pie delante de la multitud nativa desarmada, aparentemente el actor principal de la pieza. Pero en realidad sólo era una marioneta absurda empujada de un lado a otro por la voluntad de esas caras amarillas detrás. Percibí en este momento que cuando el blanco se vuelve tirano es su propia libertad la que destruye. Se convierte en una especie de hueco, un maniquí posando, la figura convencionalizada de un sahib. Pues es la condición de su gobierno que pasará su vida tratando de impresionar a los "nativos", y así en cada crisis tiene que hacer lo que los "nativos" esperan de él… (Traducción propia de Shooting an Elephant, de George Orwell)

 

Para saber

Myanmar, también conocida como Birmania, es un estado soberano en el sud-este de Asia, limitando con Bangladesh, India, China, Laos y Tailandia.

Los británicos conquistaron Myanmar después de tres guerras en el siglo 19 y el país se convirtió en una colonia británica. Myanmar llegó a ser una república independiente en 1948.

En 1989 el gobierno militar oficialmente cambió las traducciones inglesas de muchos nombres que venían del período colonial, incluyendo el nombre del país: Birmania se convirtió en Myanmar. Algunos grupos opositores y países continúan usando Birmania porque no reconocen la legitimidad del gobierno militar para cambiar el nombre del país.

 

Myanmar
Myanmar

Vocabulario

Culi (Coolie): durante el siglo 19 fue un término dado a un trabajador no libre de una compañía, principalmente de India y el sur de China.

Hoy se usa de forma variada, como un término legal, inofensivo, en India, para designar a aquellos que llevan el equipaje en una estación de trenes. También como un insulto racial en África para ciertas personas de Asia.

Coolies
Chinese railroad workers

 

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